miércoles, 27 de noviembre de 2013

Morir

He aquí la filosofía que pregono: la renuncia, la negación del mundo y la humillación. Nada de "justos medios". Todo esto, lo desprecia el mundo contemporáneo, aduladores del éxitos y el prestigio. Renuncia a luchar, a pelear por tus ideales, a levantar la voz, a que te escuchen, a querer ser escuchado. Renuncia a todos los valores que el mundo te ha dado como certero, en el fondo, no son más que una búsqueda incansable de complacencia. Nada exterior podrá brindarte lo que buscas, ni para ti, ni para el mundo. Que pelees, que hables, que participes, que luches, que te muevas, nada. El mundo no te ofrece más que ilusiones, y tus las persigues. Indaga, pacientemente y al menos por un momento, los presupuestos que estas acciones presentan. Quien actúa, lucha y discute parte de la creencia de que algo, al menos, sabe, conoce. Mentira, nada de lo que (crees) ver es real. Nada de lo que tus sentidos te brindan ahora, es cierto. Depuralos primero. ¿Alguien te lo enseñó? Claro que no. El mundo no quiere tu conciencia. Nada sabes, nada es real. Luchas por un mundo de ilusiones, de sombras, por eso te desgastas, y las sombras se siguen proyectando. Tu eres la llama que busca combatir las sombras en vez de agregar leños a tu base. Renuncia a la renuncia, entrega, muere; sólo así podrás verdaderamente nacer. Nacer a la conciencia de la Vida, de lo que siempre Es y morir al engaño de la muerte, de la separación y el sufrimiento.

lunes, 25 de noviembre de 2013

En sueños

"Callaos, y sed vosotros." Jesús.

Ontología

He aquí mi ontología: Lo que Es no deviene, y lo que deviene no Es; a su vez, Todo en cuanto es, cambia.