jueves, 21 de enero de 2021

A Tomás

 Gracias, me gusta verte despertar, sonreír, saltar,

correr, comer, dormir. Pequeño enano ¿qué ves sobre mis hombros, 

al otro lado del tapial? Cuida de las hormigas, mantente erguido

y corre despacio.

Tus ojos están quietos, tus piernas ya no.

¿Qué verás? Si que ves, aprendes como una esponja.

Admiro tu capacidad y temo de lo que no aprendí.

¿Qué errores te enseñaré?

Sabré redimirme de mis dolores. Ojalá me veas volar.

¿Qué niño fui? ¿Qué compartiríamos juntos, de niños?

Deseo ver lo que compartamos de adultos.

Compartir tiene una esencia trascendental. 

Solo compartiendo se solapa la línea del tiempo.

Gracias, me gusta verte andar, conocer, caminar.

Ojalá pudiera salirme de mi dolor y regalarte mi presencia por siempre.

Repito: "Que alegría me da saber que todo es vacío,

la espada del enemigo no herirá más que la brisa de la primavera

con el fulgor de un relámpago".